El presidente, Javier Milei, consiguió una nueva victoria en el Congreso tras lograr blindar su veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que actualizaba los salarios docentes y no docentes por inflación con un retroactivo a enero y hasta diciembre, tras considerar que ponía en riesgo el equilibrio fiscal.
La intervención del expresidente, Mauricio Macri, fue determinante para terminar de ordenar la bancada del PRO y finalmente, el bloque que conduce Cristian Ritondo apoyó mayoritariamente al Gobierno con 35 votos. Solo votaron con la oposición los larretistas Álvaro González y Héctor Baldassi, en tanto Héctor Stefani estuvo ausente por problemas de salud.
Por su parte, los libertarios mantuvieron los 39 votos de su bloque pero la diputada rebelde Lourdes Arrieta, votó a favor del financiamiento universitario. Mientras que Oscar Zago, jefe de la bancada aliada del MID, estuvo ausente por un viaje que desde su entorno aclararon que estaba planificado desde hace meses.
Desde el radicalismo, impulsor original del proyecto de financiamiento universitario, de los cinco legisladores que apoyaron el veto a las jubilaciones, Luis Picat, José Tournier, Martín Arjol y Mariano Campero se mantuvieron firmes junto a Milei; mientras que Pablo Cervi esta vez decidió abstenerse.
Además, el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo instruyó a los tres miembros del bloque Independencia a apoyar el veto. Mientras que el misionero Carlos Rovira, jefe político del Frente Renovador de la Concordia, hizo lo propio con cuatro diputados misioneros de Innovación Federal que se abstuvieron. El mandatario sanjuanino Marcelo Orrego, en cambio, aportó dos diputados en contra del Gobierno.
Unión por la Patria se posicionó casi con unanimidad en contra del veto pero contó con una ausencia que encendió las alertas en el bloque que conduce Germán Martínez: la catamarqueña Fernanda Ávila se ausentó de la votación, a raíz de una negociación entre la Casa Rosada y el gobernador Raúl Jalil. Tanto la Coalición Cívica como el Frente de Izquierda aportaron todos sus votos para rechazar el veto.
En detalle, los libertarios sumaron 84 votos en defensa del veto, mientras que la oposición sumó 164 para insistir con el proyecto original. Dado que la Cámara de Diputados necesita dos tercios de los presentes para rechazar un veto presidencial, las ausencias y las abstenciones jugaron un papel clave.
Se trata del segundo veto presidencial en poco más de un mes. A fines de agosto, el jefe de Estado había firmado el veto total a la movilidad jubilatoria sancionada por el Congreso, mientras que el 3 de octubre hizo lo propio con la Ley de Financiamiento de las Universidades. “Les voy a vetar todo, me importa tres carajos”, advirtió.
Organizaciones estudiantiles y de izquierda se concentran frente al Congreso Nacional para respaldar el rechazo al veto a la ley de financiamiento universitario.En medio de fuerte operativo de seguridad, se cerraron las calles de la zona.
Qué dice la Ley de Financiamiento Universitario sancionada por el Congreso
La Ley de Financiamiento Universitario obligaba al Poder Ejecutivo a actualizar las partidas presupuestarias para cubrir gastos de funcionamiento, investigación y extensión en las universidades y fijaba que cada dos meses, el Gobierno debía ajustar los presupuestos de las Universidades acuerdo a la inflación.
Además, establecía que el Poder Ejecutivo debía a actualizar desde el 1º enero de 2024 y hasta el 31 de diciembre de 2024, de forma bimestral, el monto de los gastos de funcionamiento de las universidades nacionales por el índice general de precios al consumidor informado por el instituto nacional de estadística y censos (INDEC).
De acuerdo a la oficina de Presupuesto, la actualización de partidas del 2023 según el IPC es de $210.742 millones; el ajuste bimestral de los recursos para 2024 es de $86.254 millones, en tanto que para salarios los fondos oscilan en los $441.600 millones.