Un informe del Ministerio de Economía de la Provincia de Buenos Aires reveló que, en el primer trimestre de 2024, las tasas de actividad, empleo y desocupación registraron un retroceso conjunto por primera vez desde la pandemia. Las mujeres jóvenes fueron las más afectadas, con una caída del 4,0% en el empleo y un aumento del 4,0% en la desocupación.
Según el informe, las mujeres jóvenes fueron las más afectadas, con una caída del 2,9% en la tasa de actividad y un 4,0% en la tasa de empleo. Por otro lado, la tasa de desocupación en este grupo se incrementó un 4,0%, alcanzando el 23,2%. Esta situación refleja cómo las mujeres continúan enfrentando desafíos significativos en el acceso y calidad del empleo, exacerbados por la crisis económica y las políticas de ajuste.
La desigualdad de género se profundiza en el mercado laboral
El informe también destacó que, a pesar de que las mujeres mantienen una tasa de pluriempleo más alta que los hombres, trabajan menos horas en el mercado laboral. Durante el primer trimestre de 2024, las mujeres trabajaron en promedio 8:40 horas menos por semana que los hombres, debido a la carga desproporcionada de tareas de cuidado no remunerado que asumen. Esta desigualdad en el tiempo de trabajo contribuye a la brecha de ingresos, donde las mujeres están sobrerrepresentadas en los quintiles de menores ingresos, un fenómeno conocido como feminización de la pobreza.
Además, las mujeres enfrentan mayores dificultades para acceder a empleos de calidad, con jornadas laborales completas y puestos de jerarquía, lo que agrava las desigualdades en los ingresos. La brecha de género en los ingresos por la ocupación principal alcanzó el 29,0%, siendo más alta entre los trabajadores no registrados (32,9%).
El informe también señala que una de las principales razones detrás de la precariedad laboral de las mujeres jóvenes es la responsabilidad desproporcionada de las tareas de cuidado del hogar. En muchos casos, las mujeres se ven obligadas a aceptar trabajos informales o de tiempo parcial para poder compatibilizar con estas tareas, lo que refuerza las desigualdades en ingresos y condiciones laborales. Este factor es particularmente evidente en los sectores más vulnerables, donde el acceso a servicios de cuidado es limitado o inexistente.
El informe resalta que las políticas de ajuste implementadas por el gobierno nacional han tenido un impacto más profundo en el mercado laboral de la Provincia de Buenos Aires en comparación con el resto del país. Esto se debe en parte a la alta proporción de personas empleadas en sectores como la industria, la construcción y el servicio doméstico, que fueron los más afectados por la recesión. Según Laura Lombardía, directora de la UGE, “La provincia de Buenos Aires, por ser el corazón productivo del país, sufre como ninguna las políticas económicas nacionales”.