El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó este martes la inflación del mes de febrero, cuando alcanzó 102,%% en relación a igual mes del año pasado y subió 6,6% sobre enero.
De este modo, el primer bimestre del año acumuló un alza de precios de 13,1%, y aleja la planificación del Gobierno nacional estimada en el Presupuesto nacional de 60% para todo el 2023.
Se trata de una nueva suba de los precios por encima del 6% registrada en enero, y un punto y medio porcentual más arriba del 5,1% de diciembre.
La división de mayor aumento en el mes fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (9,8%), y tuvo un mayor impacto en la región del Gran Buenos Aires, donde registró 10,2%.
Solo en los dos primeros meses del año, en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano bonaerense el precio de los alimentos creció 17,6%.
El incremento de los alimentos, la división que más consecuencias tiene sobre los sectores vulnerables, estuvo apalancada por una suba de 21,1% promedio de la carne vacuna en febrero, y por el sector de Leche, productos lácteos y huevos.
En el desglose, el INDEC marcó un suba del asado de 28,6%, la carne picada común 35%, la paleta 33,5%, el cuadril 34,3%, la nalga 32,8%; mientras que otros alimentos de consumo popular también registraron aumentos de dos cifras, como el arroz blanco 14,6% y los huevos 13,2%.
Las siguientes divisiones con mayores aumentos fueron Comunicación (7,8%), sobre la que incidió el alza de los servicios de telefonía e internet, y Restaurantes y hoteles (7,5%), por las subas en Restaurantes y comidas fuera del hogar.
También se destacó en el período el aumento de las cuotas de las prepagas, que impactó sobre Salud (5,3%); cigarrillos, en Bebidas alcohólicas y tabaco (5,2%); los combustibles, dentro de Transporte (4,9%); y los servicios de electricidad y agua en algunas regiones, en Vivienda, agua, electricidad y otros combustibles (4,8%).
Desde el Palacio de Hacienda habían sostenido que la inflación de 6% registrada en enero no era una tendencia, y que la misma debía bajar a menos del 4% mensual en los meses venideros.
El equipo económico que conduce Sergio Massa señaló la importancia de estabilizar la macroeconomía para lograr el descenso de la inflación, y marcó como un ancla de su programa la reducción del déficit fiscal.
Sin embargo, la vicepresidenta Cristina Kirchner retrucó esa hipótesis en su exposición en Río Negro, y advirtió que ir hacia el déficit cero podría resultar en un peor escenario como la estanflación; es decir, alta inflación más estancamiento de la actividad económica.
Para la vicepresidenta, la inflación es consecuencia de lo que denomina la economía bimonetaria -el problema del “patrón de conducta” con el dólar-, en medio de unas escasas reservas del Banco Central; a la vez que indicó que el Acuerdo con el FMI es inflacionario, por sus metas de tasas de interés reales y suba de tarifas.
En el acuerdo anunciado ayer entre el equipo de Massa y los técnicos del FMI, el organismo de crédito validó reducir las metas de reservas argentinas -producto del severo impacto de la sequía-, al mismo tiempo que pidió sostener “el ancla del programa”, “una mejor focalización de los subsidios energéticos y de la asistencia social”, y “mantener positivas las tasas de interés oficiales en términos reales”, entre otros puntos relevantes que la vicepresidenta considera inflacionarios.
De este modo, en medio de un año electoral, las tensiones dentro de la coalición de gobierno tendrán a subir de volumen a la par del incremento de los precios.